Los primeros laboratorios clínicos en el mundo surgieron hace aproximadamente 200 años. Diferente al paso marcado por los países líderes en Europa, en México el desarrollo de esta industria presentó un ritmo mucho más lento y se dio en una escala menor. No obstante, a principios del siglo pasado comenzó a perfilarse una fase con rasgos muy particulares, la cual podríamos llamar “etapa de especialización y profesionalización de la química”.
Los laboratoristas pioneros en el país tuvieron que recorrer un arduo camino. En aquel entonces hubo que trabajar tenazmente en la gestión de nuevos espacios para los campos que emergían en este rubro de la ciencia. El desarrollo de la química en México careció de momentos fundacionales espectaculares, es verdad; tampoco encontramos personajes heroicos en este pequeño sendero de la historia que hemos abordado, razones por las cuales, aquellos años del primer cuarto del siglo XX suelen perderse entre la bruma de la historiografía de la química nacional. Pero se sabe, ciertamente, que una vez que esta disciplina científica pasó a formar parte de los proyectos del Estado, comenzaron a surgir cátedras, puestos de trabajo, laboratorios, institutos de investigación, escuelas, etcétera.
La historia nos indica que en México, el camino hacia el desarrollo de este valioso recurso para la ciencia médica fue andado y allanado, principalmente, por farmacéuticos. A ellos debemos gran parte del legado académico, científico e industrial que actualmente poseemos los profesionales en este ramo; así también, nuestro predecesores nos endosaron un enorme compromiso social y empresarial, el compromiso de que hoy por hoy el laboratorio clínico siga siendo un elemento fundamental en la cadena de valor de los servicios de la salud.
Si bien, con el paso del tiempo, la evolución experimentada en el terreno de la automatización, la producción industrial de reactivos, y la informática; ha implicado transformar la organización y el funcionamiento de los laboratorios clínicos; es una realidad cotidiana que tanto los médicos solicitantes, como los pacientes, y la comunidad, en general, siguen requiriendo y demandando un servicio eficiente y una atención digna.
Laboratorios Napoles, desde su creación, como empresa de análisis clínicos y atención sanitaria, ha sabido responder a esta demanda. A través de los años de ejercicio profesional que ha mantenido, y el esmerado servicio que presta día con día, esta empresa se ha convertido en un apoyo fundamental como medio de diagnóstico en el área de la salud en Tabasco…
Nuestra empresa fue creada en un momento particular en el contexto económico y sociopolítico de la nación. La historia de Laboratorios Napoles comenzó a echar raices al tiempo que una nueva cultura empresarial empezaba a germinar poco a poco en el país. Aquél fue un momento de notable transición para México, con relación a América del Norte.
Recurrentemente, la vida nos pone frente al desafío del cambio. Y, sin duda, muchos de estos cambios se vuelven pruebas difíciles; transiciones, que solamente los mejores resisten, y de las que sólo los más fuertes y más preparados emergerán para asumir liderazgos. Para Laboratorios Napoles es muy satisfactorio haber nacido siendo parte de una generación transformadora de finales del siglo XX, ya que nos formamos con una visión empresarial muy exigente, que nos llevó a adoptar modelos de acción administrativa y de servicio, basados en la competitividad y la calidad total.
En un mundo en plena postmodernidad, tal como lo vemos, la única constante es el cambio. Pero sabemos que el cambio es vital, pues sólo cambiando es posible perdurar, mantenerse activos a través del tiempo.
En nuestra empresa, durante décadas hemos sido conscientes de todo ello, y lo hemos demostrado asumiendo cabalmente el compromiso profesional y social con nuestros pacientes y la comunidad.
Gracias a ello, Laboratorios Napoles celebra ahora sus 30 años de trayectoria, cumpliendo una tarea prioritaria dentro del sistema de salud. Con un gesto humilde y modesto, reconocemos que esta labor es sumamente valiosa por todo lo que concierne, al ser generadora de un considerable impacto social y económico en nuestra región.
Y en el mismo tono, con mesurado orgullo, aceptamos que el ejercicio profesional realizado a lo largo del tiempo por Laboratorios Napoles, ha templado el carácter de nuestro equipo humano, y ha mantenido su espíritu de superación profesional, al permitir, durante cada día de trabajo, que siempre persista el deseo de alcanzar la excelencia.
Atender las necesidades del mercado regional es, para Laboratorio Napoles, como cuidar de nuestro hábitat con plena responsabilidad y conciencia, es procurar lo mejor para el entorno en que vivimos y que compartimos con los demás, al entregarle lo que en nuestras manos está: un servicio esencial para el diagnóstico y el tratamiento oportunos en favor de la salud y la vida.
Cumplir nuestra misión empresarial y social en atención a la salud, es la razón por la que estamos aquí, en el rumbo que marcan nuestros objetivos. Sorteando muchas veces desde las inequidades de competencia en el mercado y los rigores de los aspectos financieros, hasta la inesperada circunstancia de la pandemia, con todo lo que ésta implica; Laboratorio Napoles, decididamente, quiere ser un factor de cambio para la sociedad tabasqueña, al fomentar una cultura de calidad total en el servicio.
Dentro del futuro que se perfila para Laboratorios Napoles, las actividades de renovación y mejoramiento serán la constante que nos guíe en las brechas largas. Estamos seguros de que la permanente gestión por la calidad de la salud, nos llevará a transitar con éxito los años venideros.
Tenemos la convicción de que el aprendizaje de vida, la capacitación laboral, y, especialmente, los valores de la más elevada ética profesional, nos asegurarán seguir siendo competitivos y dejar una importante huella en el terreno de la atención sanitaria. Lograrlo nos hará profesionales más eficientes y seres humanos más felices, conscientes de lo que vale la lucha por la salud y la estabilidad del mundo en que nos ha tocado vivir.