La atención plena (conocida como Mindfulness, en su término americano), el entrenamiento cognitivo y un estilo de vida saludable pueden ayudar a afinar su enfoque.
Estás tratando de concentrarte, pero tu mente está vagando o te distraes fácilmente. Alguna vez disfrutó de una concentración nítida para sus labores de estudio o trabajo, pero se ha mermado su enfoque. “Las personas mayores tienden a tener más dificultad para filtrar estímulos que no son relevantes para la atarea en cuestión”, dice el Dr. Kirk Daffner, neurólogo y director del centro de Medicina Cerebral/Mental en el Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard.
¿Qué está empañando el enfoque?
Como una computadora que se ralentiza con el uso, el cerebro acumula desgaste que afecta el procesamiento. El Dr. Daffner dice que esto puede ser causado por una serie de factores estresantes fisiológicos como inflamación, lesión en los vasos sanguíneos (especialmente si tiene presión arterial alta), la acumulación de proteínas anormales y contracción cerebral natural.
Los siguientes factores también pueden afectar su concentración:
Condiciones subyacentes. La depresión o los trastornos del sueño (como la apnea del sueño) pueden socavar su capacidad de concentración. También lo pueden hacer los efectos de la visión o la pérdida auditiva. “Desperdicias valiosos recursos cognitivos cuando pasas demasiado tiempo tratando de distinguir lo que está escrito en una página, o intentas escuchar lo que alguien está diciendo”, notas del Dr. Daffner.
Efectos secundarios de los medicamentos. Algunos medicamentos, especialmente los anticolinérgicos (como los tratamientos para la incontinencia, la depresión o las alergias), pueden ralentizar la velocidad de procesamiento y su capacidad de pensar con claridad.
Beber en exceso. Puede parecer obvio, pero tener demasiado alcohol en la sangre dificulta el pensamiento y causa una interrupción del sueño, lo que afecta la concentración.
Sobrecarga de información. Estamos bombardeados con información de televisores, computadoras y mensajes de texto o correos electrónicos. “Cuando hay demasiado material, carga nuestro sistema de filtrado y es fácil distraerse”, dijo el Dr. Daffner.
Pruebe este ejercicio de enfoque.
¿Le interesa una manera de aumentar su atención y concentración? La neuropsicóloga Kim Willment del Brigham and Women’s Hospital, afiliado a Havard, sugiere un ejercicio de una sola tarea como la lectura. “Lee algo durante 30 minutos, configurando un temporizador para que se apague cada cinco minutos. Cuando se apague, pregúntate si tu mente ha vagado. Si es así, solo vuelve a concentrarte en lo que estás leyendo”. “Al entrenar a tu cerebro para monitorear si tu mente está vagando, fortaleces el proceso de monitoreo y la capacidad de mantener el enfoque en una sola tarea”.
Estrategias para mantenerse enfocado
Para mejorar la atención, considere las siguientes estrategias.
Atención plena. “Mindfulness se trata de centrar la atención en el momento presente, y se ha demostrado que preacticar la atención plena vuelve a conectar e cerebro para que la atención sea más fuerte en la vida cotidiana”, dice Kim Willment. Ellla recomienda sentarse quieto durante unos minutos cada día, cerrar los ojos y centrarse en su respiración, así como en los sonidos y sensaciones a su alrededor.
Entrenamiento cognitivo. Los juegos computarizados de entrenamiento cognitivo tienen como objetivo mejorar sus tiempos de respuesta y atención. La evidencia de que esto funciona ha sido mixta. “El objetivo de jugar a estos juegos no es mejorar en ellos, sino mejorar en las actividades cognitivas de la vida cotidiana”, dice Villment. “Pero hay evidencia de que la capacidad de una persona para prestar atención se puede mejorar empujando progresivamente a la persona a niveles más altos de rendimiento. Así que si alcanzas un vierto nivel de atención sostenida, empujarla al siguiente nivel puede ayudar a mejorarla, y esto puede traducirse en la vida cotidiana”.
Un estilo de vida más saludable. Muchos aspectos de un estilo de vida saludable pueden ayudar a la atención, comenzando con el sueño y el ejercicio. “Hay un vínculo directo entre el ejercicio y la capacidad cognitivam especialmente la atención”, dijo el Dr. Daffner. “Cuando haces ejercicio, aumentas la disponibilidad de productos químicos cerebrales que promueven nuevas conexiones cerebrales, reducen el estrés y mejoran el sueño. Y cuando dormimos, reducimos las hormonas del estrés que pueden ser dañinas para el cerebro, y eliminamos las proteínas que lo lesionan”.
Intente dormir de siete a ocho horas cada noche y 150 minutos por semana de ejercicio aeróbico, como caminar a paso ligero.
Otros pasos saludables para mejorar el enfoque: comer una dieta de estilo mediterráneo, que ha demostrado apoyar la salud cerebral; tratar condiciones subyacentes; y cambiar los medicamentos que puedan estar afectando su capacidad de concentración.“Envejecerse está fuera de su control” Dijo el Dr. Daffner, “pero una vida más saludable es algo que usted determina, y así mejorar la concentración.